Capítulo 476
Capítulo 476
Ariana, curiosa, se quedó escuchando detrás de la puerta, pensando en cómo Óscar todavía guardaba una foto de Adela en su billetera, destacando lo buen hermano que era. Entonces escuchó esa voz fría decir: “No es mi hermana, es la chica que me gusta“. Era la primera vez que Ariana escuchaba a Óscar hablar de la chica que le gustaba, y podía imaginarse cómo sonreía y miraba con cariño al decirlo. La conversación continuó y la persona dijo: “Jajaja,
Veo. pensé que era tu hermana porque llevaba uniforme escolar, parecía una estudiante de secundaria. Estaba pensando en presentarte a mi hija, pero parece que llegué tarde“.
Óscar explicó: “Es una foto de cuando iba a la escuela…“.
Ariana dejó de escuchar, sabiendo que no se engañaría pensando que Óscar pudiera estar hablando de ella, especialmente porque sabía que Óscar no tendría una foto suya con el uniforme escolar; ella no había estudiado su secundaria en San Bernat. Sus padres, ahora retirados, habían viajado mucho antes de establecerse en el sur, por lo que ella había asistido a la secundaria allí y solo volvió a San Bernat para la universidad en la Universidad A.
Aquel día, descubrió que durante los tres años que estuvo fuera, Óscar había encontrado a alguien especial. Material © of NôvelDrama.Org.
Ariana ya no recordaba cómo había salido del edificio, solo recordaba que la recepcionista le preguntó por qué sé iba tan temprano ese día. Inventó una excusa sobre un asunto urgente en la escuela y pidió que le dijeran a Óscar que se había ido antes, luego regresó a la universidad. Después de eso, empezó a visitar a Óscar con menos frecuencia, guardando sus sentimientos de juventud en secreto, tratando de alejarse lentamente. Pensaba que si no se veían tan a menudo, podría olvidarlo. Pasó más de una semana en la escuela deambulando sin rumbo. Un día, Óscar apareció inesperadamente en la escuela preguntándole por qué no había ido a verlo para consultarle dudas académicas. Ariana, nerviosa, inventó una excusa sobre estar muy ocupada con la escuela. Óscar la llevó a cenar ese día, mostrando preocupación por su vida académica y personal, con gran atención. Ariana pensó que tal vez era mejor así, que nunca había revelado sus sentimientos. Si hubieran salido juntos y luego terminado, sería aún más triste. Se consoló pensando que, si Óscar siempre fuera simplemente “Óscar“, no estaría mal. Desde entonces, guardó sus sentimientos aún más profundo, no dejando que nadie, excepto Adela–supiera, y prohibiéndole a Adela revelar cualquier cosa. Pero decirlo es una cosa y hacerlo, otra. Así que, cuando se emborracho y escuchó que él había tenido una cita a ciegas y pensó que la chica estaba bien, no pudo evitar sentirse triste. Se preguntaba si Óscar estaba dispuesto a tener citas a ciegas porque había superado a la chica de la billetera, y si ella tendría alguna oportunidad. Pero luego, al ver su mirada indiferente, se desanimó nuevamente.
Temía que ciertas palabras, una vez dichas, no pudieran ser tomadas de vuelta.
Temía que al final incluso podría perder a “Óscar“.