Capítulo 78
Capítulo 78
A medida que los precios subian, muchas empresas comenzaron a abandonar la subasta, dejando solo dos o tres poderosas compañías de medios compitiendo entre sí. Entre esas, la más agresiva era Astro, que no dejaba de hacer ofertas.
Nerea miró hacia allí, cruzándose justo con la mirada de Isabella.
Desde que comenzó la subasta de Romance Eterno, Isabella la vigilaba como si fuera su archienemiga, siempre alerta. Pero no solo no la vio levantar su paleta ni una sola vez, sino que además recibió de ella una mirada despectiva.
Isabella se preguntaba, -¿Su objetivo será ‘Un Amor Inesperado’, que tiene tanto popularidad como buenas criticas? Siendo una novata, era cierto que protagonizar una novela de amor moderna sería más adecuado para ella, especialmente porque el personaje principal y su imagen chic encajaban perfectamente.
Ella se acercó un poco al jefe de la empresa que estaba haciendo ofertas. ConTEent bel0ngs to Nôv(e)lD/rama(.)Org .
-Jefe, de repente perdí el interés en este guion. Mejor concentremos nuestros esfuerzos en ‘Un Amor Inesperado’.
-Está bien, como digas.
Isabella era la estrella principal de Astro y una de las figuras más influyentes en el mundo del
espectáculo. Sus palabras, por supuesto, tenían peso
Aiden bajó su paleta de ofertas, y Romance Eterno fue adquirido por Orange con una oferta final de 11 millones. Inmediatamente después, comenzó la subasta de la segunda novela popular.
Nerea hojeaba el catálogo de subastas, “Llega La Reina” apareceria al final de la subasta con un precio especial. La mayoria de los items anteriores eran de las diez principales propiedades intelectuales, y ella, aburrida, cerró el catálogo, dejando que su mirada se posara sin querer en la figura distante y distinguida de Roman en la primera fila de asientos VIP.
Parecía estar de mal humor hoy. Desde un costado, su perfil era frío y sombrio, envuelto en una atmósfera helada que chocaba con el ambiente bullicioso y ruidoso, recordándole aquella noche en San Esteban.
Se enojó sin razón alguna, completamente impredecible, haciéndola preguntarse, ¿a quien le abriria s corazón una persona asi?
-Nerea, ¡Nerea!
Perdida en sus pensamientos, Samson tuvo que llamarla varias veces para que volviera en si.
-¿Qué pasa?
-Esta es la última de las diez principales novelas, ¿no vas a hacer una oferta?
-¿Ya la última, eh?
Levantó la vista y se encontró de nuevo con la mirada burlona de Isabella, aunque esta vez, en lugar de la cautela anterior, era una abierta mofa, como si se burlara de ella por no reconocer la valioso e ir a la subasta sin hacer ofertas por las diez mejores, ¿acaso había ido a recoger basura?
Amapola, al ver que no hacía ninguna oferta y al escuchar que las diez principales libros estaban a punto de finalizarse, mostró una expresión de expectativa y una pizca de burla cruzó por sus ojos.
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Capitulo 78
Después de que todas las principales novelas fueran adquiridas, dominarían el mercado cinematográfico y televisivo durante los próximos años, y ella no había conseguido ninguna.
¡Qué ignorante del mundo del espectáculo, y aún así intentaba forzarse a entrar en él! ¿Realmente pensaba que ser buena en los estudios significaba que podría tener éxito en cualquier cosa? Al final, solo desperdiciaria un montón de recursos de Gernea Media sin ganar nada de fama, ¡convirtiéndose en el hazmerreir de todos!
No hay prisa, veamos qué viene después.
-Pero….
Samson la miró confundido, incluso él, que era un novato en esos temas, podía ver lo populares que eran las diez mejores novelas. ¿Por qué Nerea parecía indiferente? ¿No era ella siempre la que tenía mejor ojo para esas cosas?
-Ahora, presentaremos el último item de esta subasta, ‘Llega La Reina’ de la sección de precios especiales. El precio inicial es de 200 mil, con incrementos de al menos 10 mil. ¡Por favor, comiencen a hacer sus ofertas!
Una novela de un sitio web desconocido, escrita por un autor sin ninguna fama, con una trama exagerada y un estilo muy diferente sin precedentes en el mercado, hizo que los evaluadores de cine y televisión y los jefes de compañías presentes sacudieran la cabeza. Después de que el subastador terminara de hablar, pasaron varios segundos sin que nadie levantara su paleta.
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