Capítulo 2406
Capítulo 2406
Esqueleto
Quirino se quedó mudo ante los comentarios de Jaime, ya que, en efecto, el primero había hecho esa afirmación.
—Si lo dices así, ¡deberías intentarlo! Sin embargo, ten en cuenta que algunas cosas están predestinadas. No tiene nada que ver con nadie que acabes muriendo dentro —expresó Quirino con frialdad.
—No hay problema.
Jaime asintió.
—¿De verdad va a golpear la Campana del Dragón, señor Casas? ¡El pasadizo hacia lo alto del campanario tiene matrices arcanas! Me temo que podría quedar atrapado dentro —preguntó preocupado Casio.
—No se preocupe, Gran Anciano. Sé lo que hago.
Con eso, Jaime saltó hacia el campanario.
Aterrizó con firmeza frente al campanario, Jaime empujó la puerta de bronce y entró sin vacilar.
Al entrar, Jaime fue recibido por un aura escandalosamente asesina. Era aterradora. Miró las escaleras que había sobre él y subió.
Justo cuando Jaime pisó el primer escalón, sintió que su mundo se ponía patas arriba y su cuerpo empezó a flotar sin control en el aire.
Todo a su alrededor era ahora diferente. Las escaleras habían desaparecido, y ahora tenía delante un sinuoso sendero en forma de precipicio que conducía a la cima de una montaña.
—¿Podría ser esto la ilusión de una matriz arcana?
Jaime escudriñó su entorno confundido. Debía de haberse activado un reino ilusorio de una matriz arcana.
Mirando el sinuoso sendero, Jaime comenzó su viaje hacia arriba.
Sin embargo, Jaime podía sentir que la presión a su alrededor se intensificaba mientras seguía subiendo.
Cuando casi había llegado a la cima, sintió de repente el peso de una enorme montaña presionándolo.
Resonaban los crujientes sonidos de sus huesos rompiéndose, y todo su cuerpo estaba empapado en sudor.
Jaime apretó los dientes y ejercitó toda su energía espiritual.
«¡Parece que tengo que llegar a la cima para salir de este reino ilusorio!».
Zuum...
Un zumbido resonó en el aire y Jaime sintió que su cuerpo penetraba una barrera. Con eso, la horrenda presión desapareció al instante.
Al final llegó a la cima.
La cima de la montaña era bastante pequeña. A un lado, el esqueleto de un dragón estaba enroscado.
El esqueleto era de un blanco reluciente, y no había carne a la vista. Por su aspecto, el dragón gigante debía de haber muerto hacía mucho tiempo.
Cerca del cráneo del dragón podía verse una brillante esencia dracónica. Casi al instante, cautivó la atención de Jaime.
Jaime se apresuró a recoger la esencia dracónica. Al sostenerla, notó que la esencia dracónica de su interior empezaba a brillar.
Por alguna razón, Jaime sintió que las dos esencias dracónicas estaban relacionadas de algún modo. ¿La llamada que sentía fuera del campanario provenía de esta esencia dracónica?
—¿Eh? ¿No es esto una ilusión?
Jaime miró perplejo la esencia dracónica en su mano, sintiendo el fuerte Poder de los Dragones. Text © owned by NôvelDrama.Org.
«Ahora debería estar en el campanario. ¿No debería ser éste el reino ilusorio creado por una matriz arcana en el pasadizo?».
—¿Qué está pasando aquí? —Una mirada curiosa descendió sobre el rostro de Jaime. Después, fijó sus ojos en el esqueleto de dragón y murmuró—: ¿Qué le pasó a este dragón? ¿Cómo murió aquí? ¿Dónde estoy?
Esas preguntas daban vueltas en la mente de Jaime, dejándolo desconcertado.
Todo parecía tan real mientras sostenía la esencia dracónica. Era como si Jaime no estuviera en un reino ilusorio.
«Si esto no es un reino ilusorio, ¿podría ser que hubiera entrado en una red de teletransporte y acabado aquí?».
—¿Podría ser que los demás también fueran teletransportados aquí al entrar en el campanario?
Jaime estaba confundido.
Lo meditó durante un rato y aún no era capaz de entenderlo. Después, Jaime dejó de pensar en ello y tragó la esencia dracónica.
Cuando la esencia dracónica entró en el cuerpo de Jaime, el gigantesco esqueleto de dragón que había a un lado se desintegró al instante en polvo y fue arrastrado por una ráfaga de viento.