!Canalla ¿Satisfecho con mi muerte?

Capítulo 59



Capítulo 59

Estuve encerrada en la mansión de la familia Linares por unos trece dias, mi cabeza no paraba de darme vueltas, pensando en los motivos, los métodos y todas las posibilidades que podria tener el asesino.

De lo que pude escuchar vagamente de los sirvientes de los Linares, el caso del asesinato ya estaba cerrado, Kent se habia entregado, pero debido a problemas mentales, la familia Linares lo habia sacado bajo fianza y estaba confinado en casa.

Estaba segura de que Kent no era el único involucrado, alguien más habia acabado conmigo.

Podia apostar que Kent y el que me mató tenian alguna conexión.

Pero después de tantos dias, no habla visto nada sospechoso en Kent.

Probablemente porque era tan bueno fingiendo que no hacia más que mirarme aturdido todos los dias.

Dibujaba en un papel, analizando los motivos del asesino y todos los lugares sospechosos que recordaba.

Tenia que atrapar al culpable, o al menos ayudar a Lucas a hacerlo. Property © NôvelDrama.Org.

Si el objetivo del asesino eran las niñas que fueron adoptadas del orfanato, entonces de esas niñas de vestidos rojos que sobrevivieron, solo quedaba Yuria.

La nana vino a tocar la puerta y me dijo “Srta. Galindo, el señor quiere verla“.

Esa mañana, le habia entregado a la nana la prueba de embarazo con dos rayitas, seguro que Federico queria hablar de eso.

Kent tenia razón, si estaba embarazada, podría salir.

Me dieron ropa limpia para cambiarme y me esperaban fuera..

Cuando me fui, Kent no dijo nada.

“Tu…” Me detuve en la puerta, dándole una última mirada.

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Mejor no, hasta que no sepa toda la verdad, es más seguro que Kent siga encerrado en la mansion Linares: no vaya a ser que salga y…

Jamás pude confiar del todo en él.

“Te buscaré“, alcance a escuchar que Kent decía que vendria por mi.

Cuando me volteé, la nana ya había cerrado la puerta y echado un montón de candados.

“¿Era necesario?” le pregunté.

La nana murmuró en voz baja. “Srta, usted sí que es brava, aguantando tanto tiempo ahi adentro con él. Usted no sabe lo peligroso que puede ser… y es hasta capaz de matar!”

La nana miró a ambos lados antes de callarse. “No es la primera vez que Felipe le busca compañía femeninal

a él, pero usted es la más afortunada… las anteriores terminaron locas del susto.”

No le presté atención, la verdad no me importaba el plan de la familia Linares para tener descendencia.

En la sala de estar, Federico ya estaba sentado en el sofá, con Felipe a su lado.

“¿Está embarazada?” Felipe fue directo al grano.

“Supongo que si…” la nana entregó la prueba de embarazo con las dos rayitas.

Capitulo 59

Felipe ni la miró. “Vamos a sacar sangre para que el Dr. Lewis lo confirme bien.”

Me mantuve con la cabeza gacha, sin decir ni pio, en estos casos es mejor quedarse calladita.

“El Dr. Lewis dijo que primero hay que verificar los niveles de HCG y luego hacer una ecografia… Con las limitaciones que tenemos aqui, seria mejor llevarla al hospital.”

Me senti aliviada, esa seria mi oportunidad de escapar.

Felipe parecia de buen humor, me miraba de pies a cabeza. “Ve, pero cuidate.”

Asenti, todavia sin abrir la boca.

“Esa chica Galindo, es toda una bendición“, dijo Felipe mirando a Federico. “Una vez que la familia Linares tenga descendencia, tendrás que tratar a ese niño como si fuera de tu propia sangre.”

Federico asintió con una sonrisa. “Claro, padre.”

Yo me rel por dentro, ¿cómo iba Federico a querer a un hijo que no es suyo?

“Cuida bien de todo, Ainara ahora es una heroina para nosotros“, dijo Felipe con una sonrisa.

“Y la familia Galindo…” pregunté, temiendo que otros sospecharan que yo no era Ainara.

La razón por la que Ainara habla venido a los Linares era para que ayudaran al Grupo Galindo a superar tiempos dificiles. Si ella no mostraba interés, el viejo zorro de los Linares sospecharia.

Felipe guardo silencio, pero Federico, con un tono nada alegre, soltó la lengua. “Eso no es asunto tuyo, solo espera a que el niño nazca sano y salvo, y la familia Galindo recibirá sus beneficios.”

Asenti sin chistar y seguí a la empleada que salía de la habitación.

Ese niño, incluso antes de nacer, era mi salvavidas y la llave de mi venganza.

Acompañada por la empleada y el chofer, llegamos al Hospital de Monte Azur. Al bajarme del carro, me quedé allí en estado de shock durante mucho tiempo.

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